El pasado día 26 de marzo fuimos testigos de cómo es posible que un buque tire abajo un puente derribando un solo pilar. Me refiero al siniestro ocurrido en Baltimore (E.E.U.U.), donde el buque Dalí colisionó contra el puente de Francis Scott Key.
Respecto a las consecuencias económicas de este siniestro, sabemos que serán millonarias y que correrán a cargo del propietario del buque y su aseguradora de responsabilidad civil (P&I), si se prueba que la causa del siniestro es imputable a un fallo del buque o de su tripulación.
Habrá probablemente una reclamación contractual del fletador por tiempo frente al propietario. Paralelamente, el fletador tendrá que hacer frente a las reclamaciones contractuales de los propietarios de las mercancías transportadas, tanto las que han resultado con daños como las que no. Todos estos gastos y reclamaciones se calcularán y liquidarán con sujeción a dos instituciones jurídicas esenciales en el derecho marítimo: de un lado la avería gruesa y de otro, el derecho del armador a limitar la responsabilidad por reclamaciones marítimas (en virtud de un convenio internacional).
En este post vamos a explicar qué es la AVERÍA GRUESA (general average).
Por avería gruesa se entiende el daño producido intencionadamente en un buque o en las mercancías que transporta para evitar otros mayores en el propio buque o en su carga. Su cuantía se distribuye proporcionalmente entre las partes beneficiadas de esa conducta intencionada (dueño del buque, propietario de las mercancías, asegurador, fletador, etc.). Esto implica que todas las partes involucradas, armador y dueños de las cargas, contribuyen al coste de la reparación de los desperfectos para lo que se designa a un liquidador y se calcula la cuantía del salvamento, la cual se distribuye proporcionalmente entre las partes: dueño del buque, propietario de las mercancías, asegurador…
Por tanto, se requerirá una garantía proporcional a todos los propietarios de la carga antes de que ésta les sea entregada, previo pago del flete y depósito de la garantía con los documentos necesarios basándonos en la cláusula «Lost or Not Lost» del aseguramiento marítimo.
Desgracias de este tipo, deberían hacer reflexionar a los propietarios de las mercancías sobre la importancia de asegurar las mercancías. Este tipo de siniestros no son habituales, pero cuando ocurren, pueden suponer un coste muy elevado. Sólo hace falta recordar lo ocurrido en 2018 con el Honam, o la crisis del Canal de Suez por el Ever Given en 2021. Muchos clientes desconocen que se puede asegurar la mercancía. Nosotros en AF Trans Internacional siempre lo hemos recomendado y así se lo hacemos saber a nuestros clientes.